domingo, 16 de octubre de 2011

Renacer

Respira profundo, me ordeno. Abro los párpados lentamente. Vuelvo a nacer. El amanecer se tiñe de tonos rojizos y rosados, junto a él vuelvo a nacer. Con su furiosa llegada me siento arder. Vuelvo a vivir ¿Por qué me has traído a tus puertas?
Recordé lo que era ser feliz e inocente. Olor a tierra invadió mis sentidos, rememoré la luz golpeando mis palmas, acariciando mis dedos, risas flotando en el aire. ¿Qué hago aquí? Recordé lo fácil que fue perderlo, olvidarlo.
¿Qué somos para vos? Cierro los ojos, me mantengo relajado, me siento fluir. Lo hemos perdido todo, somos imperfectos, crueles, estamos alterados, adiestrados durante toda nuestra vida. Nos perdimos ¿Me estas vigilando? Quiero ver lo que ves.
 Mis actos reflejan mi felicidad interior. Un alma desnutrida que perdio la pureza del nacimiento y la inocencia de la infancia. Pero el alba trajo consigo colores, sensaciones que despiertan y encienden el alma, trae claridad, paz, trae consigo un nuevo comienzo. Abro los ojos por última vez.

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