viernes, 27 de mayo de 2011

Nadie escucha

Se sienta tranquilamente en el suelo a comenzar su rutina. Se pone los zapatos de danza, atándolos con paciencia y tranquilidad. Sólo se escucha el ruido de los lazos al cruzarse. Se para y comienza a bailar, no tiene idea de qué es lo que va a hacer realmente, pero no importa, cada movimiento sale del corazón. Ruidos lejanos se escuchan, pero no importa ella esta en su mundo. Se enfoca el ambiente, el salón, y los ruidos del gentío desbordan, aturdiendo. Se desenfoca el salón, sólo queda su figura danzante a los ojos del espectador e instantáneamente los ruidos cesan, interrumpidos por una hermosa música inexistente. Se trata de arte, belleza, armonía. Nadie parece entenderlo ni escucharlo, pero se encuentra todo en su cabeza. Imágenes interrumpen la escena. Aparecen artistas pintando murales, músicos de rock en un escenario, una filarmónica, artistas callejeros profanando las calles. Sin embargo, repentinamente tropieza, y todo se detiene. Ríe y vuelve a tomar posición. La danza vuelve a comenzar.

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