Nunca voy a entender que pasaba por mi cabeza. Nunca voy a concebir como pude dudar tanto de mi misma. Un pequeño desliz y todo parece perder el sentido. Un error tras otro, imposible hacer oídos sordos a los reclamos. ¿Y si era por alguna razón que todo el mundo me decía que estaba haciendo las cosas mal? ¿No suena raro decir que están todos equivocados? ¿Qué hacer cuándo todos demandan lo mismo?
Perdí el control y jamás voy a olvidarlo. No era la misma, sólo presté atención a lo que todos esperaban de mí, no era yo. Aprenderé de mis caídas e intentaré recordar siempre quién soy. ¿No había dicho tantas veces que no coincidía con los prototipos de la sociedad moderna? Cuando el amor, la libertad, la verdad y muchos otros valores realmente importantes quedan olvidados. Cuando sólo hay lugar para la avaricia, el egoísmo, la mentira, el poder. ¿Y si no quiero vivir en la sociedad moderna? Sé que no soy otra alma en venta, es una de las pocas cosas de las que estoy completamente segura. ¿Y qué si digo que no soy como todos? Seré un bicho raro a los ojos de los demás pero creo en que no soy la única voz que piensa del mismo modo. Sé que muchos expresan lo mismo, sólo que sus voces son oídas, pero no escuchadas.